Una vez más nos toca sacar a relucir la solidaridad que campa por los poros de nuestro municipio, una vez más Villalba nos necesita unidos, porque por desgracia, el cáncer también es cosa de niños… En este caso, de nuestro pequeño vecino Jonathan.
Jonathan es un pequeño villalbino de tan solo 11 años de edad, que fue diagnosticado de cáncer hace unos meses, un cáncer denominado sarcoma de Edwin que Jonathan afronta desde su comienzo con una fortaleza y madurez impropias de su edad. Hablamos con su madre, Elizabeth, para conocer su historia y poder ayudar.
Todo comenzó en enero de este mismo año, cuando Jonathan empezó a sentir dolores en su pie derecho, dolores que cada vez eran más fuertes y frecuentes…
“Fuimos varias veces a la pediatra y ni siquiera le tocaba el pie, no lo miraba ni hacía nada más que recetarle Ibuprofeno, alegando que era del crecimiento, sin ni siquiera mandarlo al traumatólogo para descartar cualquier anomalía.
Allí perdimos tres meses y ya en marzo la cosa fue a peor. Decidimos entonces llevar al niño a un fisioterapeuta y tras dos sesiones consiguió rebajar un poco la inflamación. El fisioterapeuta nos dijo que si le seguía la inflamación, le lleváramos de urgencia al Hospital General de Collado Villalba. Y así lo hicimos.
Nos dirigimos al hospital de Villalba con mi suegro y más de lo mismo; lo vio una doctora y nos dijo que era del crecimiento, y mas Ibuprofeno, Nolotil y Paracetamol. Pero Jony cada vez iba a peor y regresamos a urgencias a los dos días. Esta vez dimos con una profesional que según le vio nos dijo que el niño se tenía que quedar ingresado y así fue.”
De esta manera comienza el calvario de esta familia, que tras meses de dolores y medicamentos que nada hacían por la mejoría de Jonathan, reciben la peor noticia que podía imaginar; su hijo tiene cáncer.
Lo primero que hicieron los cirujanos fue ponerle un Port a Cath, que como muchos sabréis es un dispositivo que se les inserta a los enfermos de cáncer bajo la piel en el lado derecho del pecho, con él se logra acceder a su sistema venoso y suministrar los ciclos de quimioterapia de manera menos dañina .
Jonathan pasó por 9 duros e intensos ciclos de quimioterapia que se llevaban a cabo cada 15 días, unos duraban 4 días y otros hasta 7… Para paliar los dolores, su madre Elisabeth hizo uso de la medicina alternativa natural y cambió por completo su alimentación, “ y así logré que en su cuerpo la quimioterapia no le hiciera tanto daño dados los efectos agresivos que este tratamiento conlleva, ya que mata las células malignas pero también a las buenas. Tanto es así que Jony ingresó con 55Kg. de peso y salió de su último ciclo con 200 gramos más y más alto de estatura, es decir, bien dentro de lo que cabe”.
Tras meses de quimioterapia, el equipo de traumatólogos, oncólogos y psicólogos se reunieron con Jonathan y su familia el pasado 23 de octubre para tomar una decisión.
Uno de los traumatólogos se dirigió a Jonathan para preguntarle si sabía lo que tenia, a lo que el niño, muy consciente de su enfermedad contestó “Sí, tengo un cáncer muy malo y me tienen que limpiar el cuboides y colocarme un trozo de cadera”.
Esa era la opción hasta el momento, pero para el traumatólogo no era la más viable; “de esa manera te quedará un pie no funcional, tendrás que usar muletas o bastón, no podrás correr ni saltar con tus amigos y si hay hemorragias no te darás cuenta, lo que conllevará a continuas infecciones.”
Unas duras palabras para un niño de tan solo 11 años. Pero por suerte, existía otra opción capaz de devolver la normalidad y el bienestar a la vida de Jonathan…
Y así se lo hacía saber el doctor; “Estamos barajando otra solución y creemos que esta será la mejor para ti; la amputación del pie y parte de la tibia.” Preguntándole directamente a Jonathan sobre cual creía que era la opción más adecuada para él.
El niño, asustado pero sereno y consciente, apretó la mano de su madre que escuchaba atenta a su lado, mientras formulaba una sola pregunta; “¿Voy a poder correr y jugar con mis amigos e ir a la piscina y a la playa?”
Un rotundo “sí” salió de la boca del traumatólogo, “podrás hacer una vida normal ya que a día de hoy hay prótesis estupendas para ti”, y un entusiasmado Jonathan dio el ok a los médicos; “Vale, entonces ya tenéis mi respuesta, cortarme este pie que no sirve para nada y así me libro ya de todo esto”.
Jonathan y su familia regresan a casa llenos de esperanza. Aunque aún queda mucho camino por recorrer…
El pasado 31 de octubre le realizaron la cirugía, amputándole su pie derecho y parte de la tibia, “nos dieron de alta el 8 de noviembre y ya hemos ido a dos curas. Lo malo de esto es la sensación del miembro fantasma, lo cual le provoca mucho dolor; por las noches tiene fuertes dolores en el pie que ya no tiene y se acuesta llorando todos los días, me dice: mamá ¿porqué si ya me quitaron mi pie tengo que seguir sufriendo estos dolores?, es horrible”, nos explica Elizabeth.
Y continúa, “a pesar de su enfermedad Jony es un niño muy alegre y siempre está con esa hermosa sonrisa en la cara, salvo cuando tiene dolor, solo en ese momento deja de sonreír. Es muy dulce, cariñoso, y le encanta que le hagan mimos, le gusta contar chistes y planea desde ya ser un informático y un gran veterinario como el Super Vet Noel Fitz Patrick, porque adora a los animales.”
Desde el pasado mes de mayo, Jonathan no asiste a clase, aunque todas las mañanas acude a su casa un profesor para darle clases… Pero sus compañeros han querido recordarle que están a su lado y así se lo han demostrado con este emotivo vídeo:
Sin duda la fe ha vuelto al seno de su hogar, pero a esta humilde familia le acompañan cada mes los altos costes de las terapias, tratamientos, medicina alternativa o alimentos ecológicos necesarios para el bienestar de su hijo.
Pero aquí no acaba todo; la prótesis tiene un coste de 7.000 euros que la familia de Jonathan no puede asumir. “Para que su calidad de vida no se pierda, y pueda correr y hacer lo que hacen los niños de su edad, el pie de carbono es el más adecuado. Lo necesita, al estar en crecimiento. Lo único que quiero es eso, que mi hijo pueda correr”.
¡Villalbinos, nuestro pequeño vecino nos necesita! Y desde QuienesQuienenVillalba.es os queremos informar de que los familiares y amigos de Jonathan han organizado una campaña de recaudación de fondos para ayudarle en su lucha contra el cáncer y que pueda llevar una vida normal como cualquier niño de su edad…
Dentro de esta campaña, se va a llevar a cabo el Mercadillo Solidario Jonathan los próximos 1 y 2 de diciembre en el colegio en el que estudia Jonathan, el colegio Daniel Vázquez Díaz, tras el cementerio de Villalba Pueblo.
Os animamos a asistir, porque además del mercadillo en el que encontraremos multitud de artículos y servicios a bajo coste, habrá talleres para niños, personajes de Star Wars, pintacaras, sesiones de maquillaje, hinchables… ¡Y hasta un dj amenizando las jornadas! No hay excusa para dejar de ir…
El horario será el viernes 1 por la tarde de 17:00 a 20:00 horas y el sábado 2 por la mañana de 10:00 a 14:00. Unas divertidas jornadas en las que además estaremos ayudando a nuestro vecino, el pequeño Jonathan…
¿Se puede pedir más a una solidaria Villalba?
Además, se ha habilitado una cuenta bancaria para todo aquel que desee donar la cantidad que quiera y pueda para ayudar a Jonathan, aquí os la dejamos; ES64 2038 2269 26 6000605171.
Cuando un niño tiene cáncer, lo tenemos todos… ¿Cuenta Jonathan con nosotros?