Un lugar para respirar, para disfrutar, para conectar… y también para degustar. El Coto de Las Suertes es una de las grandes maravillas de la Sierra, sin duda, y gracias al proyecto de los hermanos Jiménez Herrera, ahora también es una parada imprescindible en nuestra Ruta Gastronómica Villalbina, para todos los que sabemos disfrutar del valor de lo natural…
Hace ya mucho tiempo que venimos observando la evolución conceptual y la explosión de creatividad en la gastronomía. Por momentos nos sorprende con las propuestas más futuristas y en otras ocasiones nos devuelven a una época donde todo era más puro y sencillo. Sea como sea, la gastronomía no para de avanzar y de reinventarse. Restauradores, cocineros, emprendedores, científicos, informáticos, agricultores… están transformando nuestra forma de alimentarnos y de vivir experiencias sensoriales a través de la comida.
Hoy, la ruta gastronómica, se detiene en uno de los puntos más importantes de nuestro pueblo, uno de los pulmones que sostienen Villalba. A solo unos pasos nos espera la naturaleza y los aromas, un secreto escondido entre jaras, fresnos y encinas, que puede que muchos de los que lean este artículo todavía no conozcan…
Restaurante ibérico El Coto de la Suertes
La diferenciación y el storytelling es hoy más necesario que nunca en la gastronomía, si los clientes no encontramos elementos diferenciadores en las propuestas culinarias, siempre acabamos cediendo al costumbrismo, la comodidad o a la más obvia de las razones, el precio. Las experiencias únicas, no tienen precio, o al menos tienen más elasticidad frente a éste.
El Restaurante Ibérico El Coto de la Suertes es uno de esos lugares que ofrece “cosas únicas” pero cotidianas, que ya no existen en el entorno urbano. Sus dueños han sabido compaginar a la perfección tres puntos muy importantes y muy sabrosos de maridar; experiencia, entorno natural y producto de alta calidad.
El restaurante está situado junto a la entrada de El Coto más cercana a la estación de autobuses, solo hay que atravesar el umbral, caminar unos metros por el sendero de tierra para encontrar este Kiosco reconvertido en restaurante parrilla.
Hace ya unos cuantos años que los hermanos Jiménez Herrera, Jose y Emilio, llegaron a nuestro pueblo para instalarse y disfrutar de la buena vida que ofrece la Sierra del Guadarrama.
Seguro que muchos de los que paseáis por el Coto os habéis preguntado igual que nosotros ¿qué pasa con todas esas casas y estructuras que se erigieron tiempo ha? Pues bien, ya es la segunda vez que los hermanos Jiménez se hacen con la concesión de este lugar mágico, y su propuesta para la segunda andadura es clara y concisa: una buena parrilla, cerdo ibérico de Guijuelo y cocina casera y cuidada. Que las ascuas se hagan lentas y como dice el refrán “del cerdo hasta los andares”.
Llegamos al lugar al caer la tarde, las vistas desde el restaurante son increíbles, puedes ver el sol ponerse mientras te tomas un vino de su extensa carta, tienen de muchos lugares y bien elegidos. La terraza es muy amplia y el olor del coto se respira desde las mesas. La sensación placentera de tomarte un vino en medio del campo mientras cae la tarde te embelesa; si te sientas te va a costar levantarte…
Por dentro el local es precioso, un kiosco de piedra y madera, con un aforo amplio, un salón a cada lado y en el centro la barra, la parrilla y la cocina. Por fuera, está rodeado por un completo ecosistema lleno de vida, con la flora y fauna autóctona haciendo las delicias de los más observadores. Además, la amplitud de su salón acristalado convierte el local en un lugar ideal para celebraciones y eventos.
Estar en el momento y lugar adecuados siempre ha sido importante -ese pensamiento me atravesó mientras babeaba viendo a Jose abrir uno de sus jamones-, automáticamente, tal y como nos han enseñado, no lo dudamos y pedimos vino, y con mucho respeto y atención esperamos pacientes el final de la liturgia. No sé a ustedes, pero a mí una tapa de buen jamón y un buen vino me hacen un poco más feliz.
Jose es una de esas personas con las que da gusto hablar, nos contó muchas anécdotas del local y mucha historia del entorno. También hablamos de otro de los grandes proyectos de los hermanos Jiménez La Huevería del Ganso, hace ya unos años que comenzaron este proyecto que les está otorgando prestigio y fama, y sobre todo un producto único con el que trabajan su cocina. Hace poco se hizo un reportaje en la TV de todo el trabajo realizado en La Huevería del Ganso. Jose nos comentó que a partir de este invierno se plantean incluir productos de ganso en la carta del restaurante, estaremos muy atentos…
Después de la amena charla nos sentamos en la mesa y nos dejamos aconsejar por la casa. Ensalada de tomate pelado con ventresca, cebolla morada y aceite virgen extra, riquísimo, sus torreznos de la casa, huevos estrellados con Jamón, croquetas y, para terminar, secreto ibérico a la brasa con confitura de arándanos; un crisol de sabores clásicos y puros.
Esta es una de esas “cosas únicas” de las que hablaba antes, después de terminar la cena aun quedaba un poco de vino para todos, cogimos nuestras copas y salimos fuera a respirar la noche en medio del campo. El local abre hasta bien pasadas las 12:00, el tiempo justo para recrearte en el ultimo trago y la fresca. Apuramos nuestras copas y nos despedimos del equipo de El Restaurante el Coto.
Pasar una tarde o una noche en un sitio como este te devuelve a casa con una especie de paz o calma que solo la naturaleza consigue darte… un gusto haber visitado esta casa; y una suerte haberla descubierto antes de que se nos vaya el verano…
Desde la ruta gastronómica de QuienesQuienenVillalba.es os invitamos a dejaros seducir por las sensaciones y a redescubrir los secretos de uno de los paraísos villalbinos… El Coto.
Nunca dejéis de sorprenderos…
1 Respuestas de “Ruta Gastronómica Villalbina: El Coto de Las Suertes”
tendremos que tomarnos unas cervecitas para conocerlo. tiene muy buena pinta