10 Consejos para no superar el síndrome post-vacacional

Según los expertos, el 30 % de las personas sufrirán o han sufrido en algún momento la temida depresión postvacacional, es decir, la cruda y dura vuelta a la realidad después de nuestro periodo de descanso estival.

Pero, ¿Sabes cómo hacer más llevadero este proceso? Hoy te daremos algunas claves para superar estos días con mejor humor, mejor cara y sobre todo más optimismo, porque ya sabéis cómo nos tomamos la vida en Villalba, y si hay algo que nos encanta es poner una sonrisa antes las adversidades de la vida. ¿Te animas?

Bueno, pues ya está aquí, ya llegó el temido fin del verano. La vuelta al trabajo, la vuelta al cole, la rutina, el tedio, el madrugón de los lunes y los horribles domingos. Y sí, amigos, todos llevamos ya unos días muy apenados pensando en ese horroroso momento cuando suene el despertador el día 1… bueno, todos menos aquellos que ya han pasado por este proceso el día 15 de agosto, o el 15 de julio, pero, sea de una u otra manera, estos consejos de hoy valen para cualquiera, porque a todos nos cuesta poner el marcador a cero y despedirnos de la buena vida que llevamos en verano, de la terracitas, de las cañitas, de la jornada reducida y en definitiva de esa sensación de placidez que nos ha rodeado durante los últimos meses.

Y si nos damos una vuelta por cualquier página de internet, encontraremos que estos días todas hablan de lo mismo… ¡¡¡DEPRESIÓN POST VACACIONES!!!! Y todas, sin excepción, nos dan los mismos consejos para superar esta pequeña crisis. Otra cosa es que estos consejos sean válidos o sirvan para algo, que desde mi punto de vista he de decir, que más que aliviar la depresión te producen una más grande, pero hagamos un repaso de los más comunes y luego ya decidís si a vosotros os sirven de algo o no.

1.Programa tu regreso con tiempo: ¿Y perder un día de mis vacaciones? Sí bueno, puede que mi padre y quizá dos o tres personas más cumplan este punto, pero no nos engañemos, el resto apuramos hasta la última hora del ultimo día y porque nos han cerrado la terraza o la piscina que sino no nos moveríamos. Hay algunos que incluso se marchan soltando alguna que otra lagrimita… y, además, para rematar nos vamos a casa todos juntitos, porque eso de comernos un buen atasco de vuelta y tirarnos 10 horas parados en la A3 también nos gusta mucho.

2.Ajusta tu horario de sueño con anticipación: ya… claro, como si esto fuera tan fácil. ¿Realmente alguno de vosotros ajusta su horario con anticipación? Nadie. Y así nos pasa, que la primera semana llegamos todos al trabajo cual zombie viviente en the walking dead, y oye, que ni nos hablen, porque igual alguno todavía se lleva un mordisco que con tanto madrugón no me ha dado tiempo a desayunar.

3. Haz ejercicio durante las vacaciones: ehhh… creo que este ni lo voy a comentar, porque para mí que la mayoría de nosotros el mayor esfuerzo que hemos hecho en estos días ha sido levantar mínimamente el brazo para acercarnos la cerveza a los labios. Y los que beben tinto de verano con pajita ni eso. Ahora… ya veréis cuando volváis a pisar el gimnasio. Eso si es una dura prueba y no las de los atletas olímpicos. A ver quién puede superar esa clase de step o de spinning después de 15 días sin mover el trasero. Y eso ya te digo yo que tampoco sirve para afrontar la depresión. Ser capaz de mantener la dignidad sudando como si no hubiera mañana, resoplando a destiempo y con la cara roja como un tomate es bastante difícil, y si en algo nos puede ayudar, es a hundirnos un poco más en la miseria y a desear mucho más la vuelta a nuestras adoradas vacaciones.

4. Modera el consumo de alcohol y cafeína: ¿Ahora? ¿Justo cuando más lo necesito? Bien sea para aguantar           despiertos toda la mañana o para superar la ansiedad de volver a ver a tu jefe y a los compañeros de trabajo…

5. Organiza tu tiempo y diviértete: a ver, seamos coherentes… me divertía en verano y organizaba mi tiempo en verano (que era cuando tenía tiempo y ganas para organizar algo) Ahora no tengo ganas ni de lo uno ni de lo otro. Lo único que me toca empezar a organizar son reuniones y lo más divertido que tengo a la vista es leer los 200 emails que me voy a encontrar en mi bandeja de entrada.

6. Concédete pequeños placeres: otro consejo sin sentido… ¿me voy a sentir mejor por comerme un bombón cada día? ¿Por tomarme una cerveza cuando llegue a casa después de un día agotador? ¿Por permitirme 5 minutos más en la cama cuando suene el despertador? NOOOOOO… ¡Yo lo que quería eran mis vacaciones! Donde me comía mi paella, mi fritura de pescaditos, mi chuletón a la piedra, y ya si eso, de postre, el bombón. Me gustaban mis vacaciones, donde me tomaba no una, sino 5 cervezas cada día, y no al llegar a casa, sino en la tumbona de la playa con la brisa marina de fondo. Y no quiero 5 minutos más en la cama… quiero vegetar cual lagartija al sol y no moverme hasta más o menos las dos de la tarde, y porque toca paella, que si no ni eso.

7. Lleva contigo al trabajo algo que te recuerde tus buenos momentos de las vacaciones: esta es fácil, porque esos kilos de más que has cogido este verano van a ir contigo no solo al trabajo, sino a todas partes durante los próximos meses.

8. Plantéate pequeñas metas en el calendario: es decir, marca en color rojo que se vea bien clarito cuales son los próximos festivos, puentes y periodos vacacionales. Y cuenta los días que quedan hasta cada uno de ellos.

9. Intenta comer sano: por si fuera poco todo lo que te espera en estos días de vuelta a la rutina, añádele que tu menú se basará en la coliflor, el brécol y el pescado hervido. Vamos, un coctel explosivo de sabores que harán las delicias de tu paladar y te aportara dosis de felicidad sin límites y sensaciones placenteras por doquier.

10. Fíjate en lo positivo: Y a este último punto quería llegar porque realmente es el único de la lista que a mi parecer puede tener algo de razón. La clave estará en detectar cuáles son esas cosas positivas que tiene el dejar atrás las vacaciones, que, aunque no lo parezca, son como las meigas, haberlas, haylas, pero hay que saber buscarlas. Yo os dejo mi particular lista, que a mí, personalmente, me ayuda más que la anterior.

  1. Tu empiezas a trabajar, pero los demás también. Por fin podrás despedirte de las vecinas pesadas que siempre te saludan en la piscina, del cuñado que viene a comer todos los días a casa, y de tu pareja/cónyuge. Porque sí, él también empieza a currar. Por no hablar de tus hijos, que también empiezan el cole.
  2. Por fin podrás despedirte de los kilos de más. Porque viendo la parte positiva, volver a mover el culo, a dejar las tapitas, las raciones y las cervezas, te va a permitir ponerte en plena forma para llegar a las próximas vacaciones estupendo/a. Eso sí, en cuanto lleguen las navidades todos sabemos que esos kilos volverán a tu vida.
  3. Se acabó el estar perfecto/a todas horas. Perfectamente depilada, perfectamente delgado, el meter barriga cervecera en la piscina, el echarte 500 potingues al día (para el sol, para el pre sol y para el post sol) y aun así parecer un semáforo lleno de marcas que van desde el moreno conguito al rojo cangrejo pasando por el blanco nuclear del culo.
  4. Se acabaron las noches de insomnio. Porque por fin dejará de hacer calor y tu cama no parecerá el quinto infierno mientras tú te conviertes en un pequeño pececillo boqueando ante lo que parece ser una muerte segura por deshidratación.
  5. Vuelven tus series favoritas de televisión. Y la parrilla dejará de ser una competición absurda para ver que canal pone el peor programa de todos o la película más lamentable con el título más pésimo de la historia.
  6. Podrás volver a ahorrar dinero. Porque seamos sinceros, sin tiempo y sin ocio, ¿En qué te lo vas a gastar? Volverás a ver como se engrosa tu cuenta corriente, por lo menos hasta que llegue la cuesta de enero.
  7. Volverán los días de peli, sofá, manta y buena compañía. Que aquí, lo de la compañía, ya es cuestión de gustos. La de tu chico/chica, la de tus amigos o la de tu perro, que, a veces, es más fiel, más sincero, da más calorcito y se queja menos por la peli que has elegido.
  8. Volverán los cocidos de mamá y las lentejas de la abuela. Y los purés calentitos, y la sopa reparadora, y el chocolate caliente…
  9. Volverá la ropa de invierno. Los jerséis anchos, los leggins, las botas altas, los abrigos, las bufandas, los gorros… es decir, podremos volver a ir de compras, porque de nuevo no tenemos nada que ponernos, o lo que tenemos estará pasado de moda, y, además, esa moda nos permitirá mostrar nuestro mejor yo, ese al que no se le ven las estrías, la barriga o la celulitis.
  10. Y, por último, una de mis preferidas… podrás volver al trabajo y presumir de todo lo que has hecho este verano. Lo hayas hecho o no. Porque total, la cotilla de tu compañera nunca sabrá si es cierto o no, y solo por verle la cara de envidia, merece la pena mentir un poco.

 

Y con esto, me despido.

Queridos amigos depresivos, feliz vuelta a la rutina y feliz comienzo de septiembre. Yo me voy a deprimir un poco, que mañana empiezo el cole.

 

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